El salto de la Caula, situado a unos 350 m a poniente del pueblo, es uno de los lugares más encierros de la zona. El salto, de unos 30 metros, forma parte del torrente de la Caula que salva el desnivel de los riscos de travirtín. Poco después las aguas se encuentran con el Muga. Los riscos cercanos al salto presentan bastantes avistas y cuevas que ya fueron habitadas en tiempos prehistóricos. A los pies del salto hay un garbanzo donde la gente se puede bañar en verano.
El lugar es aprovechado desde los años 20 del siglo XX por un restaurante que tiene una terraza que da delante mismo del salto. Este restaurante ofrece cocina tradicional ampurdanesa. Toda la zona, muy próxima al Muga, está flanqueada por numerosos árboles de ribera (alisos, chopos, plátanos...), también hay fuentes (fuente de las Fontetes y fuente de La Caula) y numerosas rinconadas para pasear y disfrutar de la naturaleza.


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